Monday, October 27, 2014

Cualidades Que Todo Gran Maestro Debe Tener



Autores: Francisco González, Gladymer Rodríguez,
Soraya Torres, Ashley Santiago, Cidmarie Carrasquillo, Saraí Colon, Yared Gorritz

Recientemente nos reunimos varios estudiantes de la Facultad de Educación de la UPR para decidir cuales son las cualidades que componen a un excelente maestro, no un buen maestro, sino un excelente maestro, el que da la milla extra y nos guía hasta donde tenemos que llegar para aprender lo que tengamos que aprender. La clase de maestro que te marca la vida y que recuerdas por siempre. Por ende tuvimos que primero separar las cualidades normales que todo maestro debe poseer, y luego decidir cuáles eran las cualidades de un maestro excelente. El gran maestro no es un mito, esta criatura existe y esta allá afuera, en las aulas de nuestra bella isla. ¿Como lo sabemos? Bueno, porque cada uno de los estudiantes que nos sentamos a escribir este artículo pudo buscar en su  memoria y encontrar a ese gran maestro que lo  marco de por vida, que fue más allá y se interesó personalmente por él o ella.

Los estudiantes de educación y futuros maestros de Puerto Rico nos tomamos muy apecho esta asignación porque nuestro objetivo era llegar a la raíz de la situación. Queríamos descubrir juntos como la futura generación de maestros podría evolucionar para beneficio de futuras generaciones. Decidimos convertirnos en la versión mejorada del maestro puertorriqueño, el ideal hacia el cual todos los maestros puertorriqueños deben aspirar. No queremos ser maestros que trabajan solo por un sueldo o estatus social, queremos ser maestros que trabajamos como maestros por vocación, porque amamos lo que hacemos. Por ende aquí le ofrecemos algunas cualidades que todo excelente maestro debe tener.

Entre todas las cualidades que consideramos, decidimos que un excelente maestro debería ser más que nada humano, alguien que conecte con sus estudiantes a un nivel personal, que verdaderamente se interese en el estudiante y no lo vea como un número más.  No hay nada mejor que ese maestro que está atento a sus estudiantes, pendiente a que estén entendiendo lo ensenado. Que puede notar una expresión de satisfacción en la cara de su estudiante cuando logra entender algo, pero también nota la expresión de frustración cuando no entiende la lección. Mas humanista aun es cuando se esfuerzan por darnos un tiempito extra para verdaderamente aprender esa lección que nos está dando problemas.

Un maestro también tiene que ser creativo e innovador a la hora de dar sus clases. Muchos maestros se aburren ellos mismos en el salón de clase repitiendo lo mismo año tras año. Este aburrimiento e indiferencia se transmite a los estudiantes, quienes a su vez también se ponen indiferentes ante un maestro que está dando clases sin pasión, sin interés. Un excelente maestro debe ser creativo con sus modos de enseñanza, siempre debe buscar maneras de hacer que su clase sea interesante y dinámica, siempre debe apuntar hacia la innovación; manteniéndose al día con todo lo nuevo en el ámbito de la educación.

Esta innovación constante mantiene tanto al maestro como al estudiante motivado e interesado en lo que se está enseñando.   Un excelente maestro debe ser perseverante ya que de seguro, durante sus años de estudio se le presentaran situaciones difíciles de manejar. Un maestro excelente no permite que ninguna situación en el salón de clases lo tumbe, el excelente maestro siempre regresa y busca la solución!

Todos los estudiantes que estuvimos envueltos en escribir este articulo somos estudiantes de educación en la Universidad de Puerto Rico Recinto de Rio Piedras, y todos tenemos algún maestro que dejo su huella en nosotros. Por ejemplo, Yarrd Corritz nos ofrece su anécdota. “En todos mis años de escuela, mi mejor maestro fue Mr. Luis Cabrera, mi maestro de primer grado. El tenia paciencia para educar, era creativo. Aprendías porque aprendías. Se tomaba el tiempo contigo, amaba ser maestro” Nuevamente, aquí podemos ver la importancia de la creatividad y la paciencia. Este maestro era maestro porque disfrutaba el proceso de enseñanza, y desplegaba paciencia con sus estudiantes. Al final, los mas que se beneficiaron fueron estudiantes como Yared.


Soraya Torres tuvo esto que decir sobre Noel Aponte, un maestro que tuvo en escuela superior: “El fue el mejor, era bien humano. Yo tenia problemas con hablar frente a la clase. Me puse muy nerviosa para dar un informe oral.  Sin embargo, el se sentó conmigo, me dijo que leyera, me preparara, y me dijo que diera el informe oral en la próxima clase. Al otro día hice mi presentación muy bien, le perdí el miedo a hablar frente al grupo gracias a el” Aquí podemos ver como la atención especial dada a una estudiante la ayudo a superar un miedo personal, de seguro es algo por lo cual Soraya le estará eternamente agradecida. Aquí podemos ver que ser maestro no es solo impartir información, también envuelve intentar llegar a los estudiantes, ayudarlos a superarse como seres humanos.

Gladymer Rodríguez nos cuenta su experiencia: “Puedo recordar a mi maestra de español de noveno grado, la cual considero fue una gran maestra. Ella era dedicada a su trabajo y se vivía la enseñanza. Recuerdo que su salón de clases era muy acogedor. Recuerdo que a todos les gustaba su clase, no porque fuera fácil, sino porque era amena. Era una clase en la que aprendías y te quedabas con ganas de seguir aprendiendo” No es lo que se dice sino como se dice y aquí vemos la importancia de la actitud que tengamos mientras estamos con los estudiantes. Si es una actitud buena, los estudiantes van a querer estar en el salón en vez de estar pensando como pueden cortar la clase.

De igual manera que hay maestros que nunca olvidamos por lo bueno que eran, también hay educadores que recordamos por lo difícil que nos hicieron el proceso de aprendizaje. Por ejemplo, en el caso de Francisco González Cruz, quien actualmente estudia para maestro de ingles, tuvo problemas con dominar el algebra en octavo grado. “No era que no pudiera aprender el algebra, porque recuerdo que ese verano tuve que reponer esa clase y saque B; era que a la maestra le molestaba que yo le hiciera preguntas, ella tenia una manera de ensenar muy robótica.”

“Recuerdo que ella escribía y escribía en la pizarra, sin asegurarse de que estudiantes como yo estuviesen entendiendo lo que ella estaba tratando de enseñar. Recuerdo que en esa clase, me  frustre completamente, sencillamente deje de prestar atención porque ella no quería tomarse el tiempo conmigo, yo sentía que era una molestia para ella” Enseñar debe ser un placer para un educador; nunca le debe molestar que un estudiante haga preguntas. No importan cuantas veces las haga, el maestro siempre debe estar ahí para contestarlas y asegurarse que el estudiante entienda.

De hecho, el maestro debe brindarle su confianza a los estudiantes como fue el caso que vivio Sarai Colon quien nos relata que su maestra de Escuela Superior, la maestra Lydia Avilés “siempre estaba pendiente de nosotros. Te brindaba esta confianza, era como un escape para todos nosotros en el salón. Te hacia pensar, no te daba las contestaciones. Sabia como llegarnos a nosotros. Y nos llegaba”. 

Así que podemos notar en estas experiencias relatadas que hay muchas cualidades que hacen a un gran maestro, pero la mas que sale a relucir es el calor humano, la atención que el maestro da a su estudiante, el tener la paciencia de dar la milla extra para asegurarse que el estudiante entienda la lección, entendemos que esta es la cualidad que mas debe caracterizar a un buen maestro. Tenemos que recordar que cuando seamos maestros, se estarán confiando en nuestras manos las vidas del futuro de Puerto Rico, y eso no es algo que debamos tomar a la ligera o sin atención especial, todo lo contrario, debemos darle lo mejor de nosotros a esos jóvenes que serán el futuro de Puerto Rico. 


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